En la línea continua de verdades aparentes se recorta una porción del tiempo, un instante, casi nada.

Se despliega una dinámica entre luces que habilita diferentes formas y situaciones. Encuentros suspendidos a la merced del hacer y de la espera que propician una mirada a través de una puerta imaginaria dando lugar a espacios íntimos, cuyas atmósferas quedan al descubierto por el observador.

Sutil repara en situaciones naturales y espontáneas, sin preparaciones ni puestas en escena. Ahonda en la honestidad de los momentos fundacionales del cotidiano, el ritmo y el estar en la vida.